Situado en el corazón del histórico barrio de Barcelona, frente a La Catedral, Hotelito ofrecía una experiencia íntima con 31 habitaciones. Un edificio que combinaba la arquitectura histórica del lugar con las comodidades modernas y la cultura local, proporcionando un refugio auténtico para los huéspedes.

Una colaboración con el renombrado chef francés Pierre Gagnaire posicionó al hotel no solo como una primera opción de alojamiento, sino también como una auténtica oportunidad gastronómica en un edificio histórico en el centro de la ciudad.